El proyecto responde a las necesidades de la zona de implantación, en la unión del barrio “Granda Centeno” y “Quito Tennis”. Esta zona de la ciudad de Quito, por su desarrollo histórico se ha creado un borde de ruptura que es reconocible tanto en trazado urbano como en confort del sitio. El proyecto se plantea como un conector urbano para generar no solo un punto de encuentro y referencia, sino también, de unión física y espacial entre estos dos barrios, proponiendo una galería de artes. El programa nace a partir del análisis urbano del sector, de los equipamientos existentes, los horarios de uso y la edad promedio de los habitantes; ya que, estos factores determinan la necesidad para la propuesta arquitectónica. Por otro lado, la zona no cuenta con puntos de encuentro, ni espacios públicos suficientes para la interacción social, por lo cual, una parte importante del proyecto son los espacios públicos. Una característica específica es el paisaje, ya que se encuentra cerca de un área natural protegida, y el terreno elegido en sí mismo, cuenta con una gran área verde natural, tanto en la zona destinada a parque, como donde se implantará la arquitectura. Las estrategias utilizadas son: unir la naturaleza con la arquitectura, el manejo de planos tanto en corte como en planta para poder generar espacios visuales directos y espacio de “descubrimiento” y la distribución de espacios de tal manera que se da importancia al paisaje. La circulación y las plazas generan puntos de reunión; de este modo, el recorrido permite que el proyecto esté siempre activo. El propósito principal del proyecto es generar un punto de unión entre los barrios separados, entregando a los habitantes espacios públicos de estancia e interacción, que a su vez eduquen a las personas en ámbitos de arte y cultura.