El barrio La Pradera es un territorio que nació de los intereses individuales de los hacendados de la época, por la venta de la división de los extensos terrenos que actualmente se los conoce como la parroquia Iñaquito. En el futuro se comprometen temas como la morfología, movilidad, conectividad, vitalidad e inseguridad ya que, al no existir lineamientos urbanos en su diseño, el resultado es un territorio desequilibrado, fragmentado e ilegible. Se plantea como solución un reordenamiento morfológico que, con la ayuda de un equipamiento multifuncional, catalizarán los requerimientos y necesidades de los habitantes de la zona, respetando los elementos patrimoniales existentes y potencializándolos para un mejor aprovechamiento y apropiación del usuario. El Proyecto consiste en la extensión de ejes existentes como las calles La Pradera, San Salvador y Mariana de Jesús en sentido sur, abriendo y atravesando longitudinalmente y transversalmente la manzana con ejes peatonales hasta las Avenidas Francisco de Orellana y Diego de Almagro, terrenos donde actualmente se encuentran el parque FLACSO y el complejo Círculo Militar. A través del eje longitudinal se implanta un equipamiento a manera de una barra multifuncional acorde a las necesidades de los usuarios del sector como: residentes, estudiantes, oficinistas o transeúntes que pretenden conectarse a otros barrios de la zona. El equipamiento consta de un programa arquitectónico que se zonifica en función de la cercanía a los usuarios es decir, junto a FLACSO se ubican todos los espacios destinados a educación como aulas y talleres de arte; en el centro por la cercanía a espacios naturales abiertos y plazas, los espacios de emprendimiento y capacitación de los productos elaborados en los talleres; los espacios destinados a comercio se ubican en el borde de las avenidas principales por la concurrencia de flujos peatonales importantes y como punto atractor de ingreso del Proyecto; finalmente una torre de vivienda que remata en la esquina de las avenidas Francisco de Orellana y Diego de Almagro que marca la jerarquía de un nodo importante en la zona que garantiza permanencia de usuarios a diferentes horas.