Recuerdo con afecto y emoción mis años universitarios. Desde pequeña siempre soñé con estudiar arquitectura, disfrutaba explorar y construir nuevas formas con mis legos. Aquel anhelo se cristalizó en la Facultad de Arquitectura e Ingeniería Civil de la UISEK – Ecuador, fue una etapa de mucho aprendizaje. Mi pensamiento crítico, espacial, estético y constructivo fue impulsado mediante actividades prácticas y teóricas de la mano de docentes competentes y comprometidos. 

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Hay distintas formas de hacer arquitectura, corrientes, enfoques, intenciones. Observo en retrospectiva y agradezco la libertad. A simple vista algo absurdo y obvio, todos somos libres. Sin embargo, en la actual cultura de la cancelación, de lo políticamente correcto, de silenciar al que piensa distinto, valoro sobremanera el haber compartido con profesores de distintas líneas de pensamiento dispuestos a exponer sus ideas y no imponer, a potenciar las habilidades del estudiante y no limitar, a contrastar puntos de vista y no discriminar.

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En esencia, destaco el respeto y atención al ser humano. A través de proyectos de vinculación pude palpar distintas realidades sociales y culturales, así como instruirme en las dinámicas entre arquitecto-usuario. Una muestra de ello es el proyecto “Comunidad del Buen Vivir Los Pinos”, donde se desarrollaron talleres participativos con los residentes del lugar, a fin de conocer el imaginario urbano de la población y plantear una propuesta aterrizada a las necesidades reales. 

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El objetivo para mi trabajo de fin de carrera fue combinar el conocimiento adquirido. No perseguía una construcción ostentosa o monumental, sino útil y pertinente. Mi rol como arquitecta fue el de facilitadora de soluciones, mas no de experta tecnócrata. ¿El resultado? Un proyecto de diseño participativo en una comunidad indígena, con el cual obtuve una nota sobresaliente en mi defensa de tesis y pude representar a mi Universidad en el concurso internacional Archiprix Chile 2019.

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Por esto y más, recuerdo con gratitud mi época universitaria. En toda institución existen pros y contras, a mi parecer, lo más destacable de la Facultad es el énfasis en formar profesionales integrales.